“Los de Nikon me ofrecieron la posibilidad de aportar ideas para poner de manifiesto las características particulares de una cámara nueva”, nos explica. “Me pasaron el primer documento informativo y las características técnicas de la cámara para empezar a planificarlo todo, y ahí comenzó el trabajo más difícil”.
Así es el secretismo que rodea a cualquier producto nuevo de Nikon, en especial, a su cámara nueva más emblemática. Los fotógrafos de “prueba”, no solo tienen prohibido hablar de la cámara antes de su lanzamiento, tampoco pueden revelar información alguna sobre las sesiones fotográficas.
“Lo normal en mis trabajos es que yo me encargue de todo”, nos comenta Matthias. “Nunca suelo utilizar asistentes porque, sin ánimo de ofender, son demasiado lentos para mí. Yo trabajo a toda velocidad. Así, no hay manera de tener un El fotógrafo de deportes alemán vio cumplida una de las aspiraciones cuando le pidieron que probase la Nikon D4 asistente, y por eso estoy acostumbrado a trabajar solo. Lo bueno de eso es que sabes exactamente lo que hay, lo malo es que eres responsable de todo: catering, viajes, localizaciones, atletas...
En esta sesión no había manera de gestionar un trabajo tan grande por mí mismo. No tenía un asistente, tenía todo un equipo de gente magnífica sin el cual nunca lo hubiera conseguido”.
“Uno de los mayores problemas era que no estaba autorizado a decirle a nadie lo que estábamos haciendo. No fue fácil conseguir atletas de élite sin dar ningún tipo de detalles; estos deportistas no eran aficionados. Uno de los luchadores era internacional, los futbolistas eran todos semiprofesionales y los patinadores, aunque jóvenes, participaban todos en competiciones mundiales. Tuve la suerte de poder contar con un buen amigo mío que es agente deportivo. Elegimos gente que no hiciera demasiadas preguntas. Lo mismo ocurrió con las localizaciones, las reservamos pero no podíamos decir para qué eran”.