Siempre que voy a realizar un viaje indago en internet buscando buenas localizaciones fotográficas de las zonas que voy a visitar, y muchas veces me quedo fascinado por fotografías que nos enseñan lugares idílicos con luces mágicas y normalmente solitarios.
Luego de investigar y saber desde donde están tomadas las fotos, llegado el momento vas al lugar y te das con la realidad en los morros, te ves rodeado de otra mucha gente que como tú, quiere hacer la misma foto en el mismo lugar y a la misma hora ya sea con un móvil, una tablet o la última cámara del mercado. Y de repente te ves estresado buscando un rincón donde colocar el trípode para hacer esa foto en la que no aparece nadie y que sigan cayendo en la trampa otros incautos como yo. (Para hacer esta foto y otras más tuve que meter el trípode en el agua y aguantar unos 15 minutos una posición bastante incómoda rodeado de móviles fotografiando sobre mi cabeza).
Pero la verdad es que siempre volveremos a caer porque generalmente las fotos bonitas están en esos lugares y esas horas, y si has estado en Angkor Wat y no tienes la foto del reflejo pues como que te falta algo, y así en todos los lugares.
(En la segunda foto, ya muestro la realidad.)
Reflejos de Angkor Wat by David Andrade, en Flickr
_DSC9906 by David Andrade, en Flickr