Sin ánimo de entrar en el eterno debate entre si es mejor el 35 o el 50, os planteo mi situación:
Tengo una Nikon D7000 con el Nikkor 16-85 y hace ya tiempo que vengo dándole vueltas a ampliar el equipo con una lente más luminosa que me permita obtener mayores desenfoques y defenderme en situaciones de luz algo más complicadas. El problema es que tengo miedo de gastar el dinero en un 35 o un 50 (por ejemplo) y dejar de utilizarlo al poco tiempo por verme limitado por la focal o que no cumpla mis espectativas, ya que estoy muy contento con el 16-85, que me resulta muy versátil.
Las opciones que más valoro en función de mi presupuesto actual son el 35/1.8G-DX y el 50/1.8G. Por otra parte también me pregunto si no me merecería más la pena seguir ahorrando algún tiempo más para poder optar por el 50/1.4G o incluso el 85/1.8G, que teóricamente sería más adecuado para retratos de primer plano, aunque para gustos se puede leer de todo en este foro (no es mi intención entrar en esta batalla tampoco). Soy consciente de que se trata de focales distintas y que cada una de ellas tiene un uso particular. También tengo algo de reparo en gastar dinero en ópticas específicas para DX por dejarme abierta la posibilidad de un posible salto a FX en un futuro sin tener que vender todo el equipo; busco una óptica que me acompañe muchos años.
He leído bastantes análisis de estas lentes y creo saber un poco por dónde me ando pero me interesa especialmente conocer la experiencia de alguien que haya tenido el 16-85 y lo haya complementado con alguno de los objetivos que menciono. ¿Merece la pena la inversión teniendo el 16-85? Cualquier otra opinión o consejo también será bien recibida, por supuesto.
Muchas gracias a todos por vuestras aportaciones.