Impresiones de la Nikon Z 9

Por fin tuve la oportunidad de finalmente experimentar con la codiciada Nikon Z 9 durante más de tres semanas. Desde el momento en que la sostuve entre mis manos y configuré su enfoque continuo en 3D, capturando instantáneas de una majestuosa paloma torcaz, quedé asombrado al ver que cada una de las treinta y tantas fotos de ráfaga estaban perfectamente enfocadas, a excepción de una sola imagen. Mis ojos se abrieron de par en par, fascinados por su rendimiento.

Decidido a poner a prueba esta cámara en todos sus aspectos, me aventuré a fotografiar linces en la zona de Ciudad Real y a explorar los Pirineos en busca de paisajes impresionantes, cabras montesas y el esquivo urogallo. Aunque normalmente prefiero cámaras más compactas y no suelo utilizar grip vertical durante largos periodos de tiempo, encontré la Z9 sorprendentemente cómoda de usar, especialmente cuando combinada con objetivos de gran alcance.

El video en resolución 8K a 60p, la increíble velocidad de disparo de 120 cuadros por segundo, la ausencia de parpadeo en el visor y el enfoque ocular en animales, son solo algunas de las cualidades que hacen que esta cámara sea un auténtico deleite. El salto generacional de las Z 6 y Z 7II a esta Z 9 es simplemente abismal.

Además, me impresionó enormemente la duración de la batería y la capacidad de utilizar lentes con montura F mediante el adaptador FTZ, que funcionaban de manera impecable. Probé la cámara con el NIKKOR 24-70mm f/2.8, el NIKKOR 40mm f/2, el NIKKOR 100-400mm de la serie Z, el 150-600mm y el 24-120mm con montura F, y en todos los casos el enfoque fue excepcional.

Sin lugar a dudas, esta cámara está diseñada para exprimir al máximo su potencial, y solo se puede esperar calidad y confiabilidad en cada captura. La Z 9 es un verdadero tesoro para todo amante de la fotografía que busque obtener lo mejor de sus imágenes.