Iñaki Relanzón es un fotógrafo profesional que actualmente trabaja como fotógrafo de la ILP, siempre ligado a proyectos científicos y de conservación. Ha publicado sus imágenes en medios nacionales e internacionales como National Geographic, Pyrénées o Altair. Ha publicado varios libros y recibido varias menciones especiales. También organiza safaris fotográficos. Compagina su trabajo con la elaboración de cursos, talleres o conferencias para entidades privadas, gubernamentales y asociaciones. Y hoy pasará nuestro Tercer Grado.
¿Cuánto tiempo hace que se dedica a la fotografía como profesión?
Es algo gradual, no te despiertas un buen día y decides ser profesional. Pero vivo plenamente de la fotografía desde hace más de 15 años.
¿De dónde viene su vocación?
Desde que tengo memoria. A los 6 años compraba revistas de naturaleza y a los 10 perseguía pequeños animales nocturnos con una cámara de mi abuelo por un pequeño bosque próximo a dónde vivía. Mi primera cámara réflex la compré a los 12 años.
¿Cuál es el género fotográfico al que más se ha dedicado?
Naturaleza: paisaje, fauna, submarina....
¿Cuáles considera que son sus referencias fotográficas? ¿Quién o qué ha inspirado su forma de ver la fotografía?
El fotógrafo de naturaleza Frans Lanting.
¿Recuerda su primera foto profesional?
Mi primer reportaje lo publiqué en la revista Integral. Era un reportaje sobre cuevas en España.
¿Recuerda cuánto le pagaron por ella?
No... pero eso es lo de menos. Fuera lo que fuese, fue un revulsivo para mí.
¿Cuáles son las ventajas que encuentra en la fotografía digital?
La posibilidad de mejorar in situ. En naturaleza hay imágenes terriblemente difíciles de fauna esquiva, trampas fotográficas en las que el fotógrafo no está presente, realizadas a veces en lugares remotos del planeta. Con fotografía analógica, no era posible ver los resultados hasta semanas después, cuando revelabas la película. Si la foto no era buena, era imposible repetirla.
¿Qué echa de menos de las analógicas?
Pues con la evolución de la digital, poca cosa. En fotografía digital todo es más sencillo: la conservación del material, su distribución, la gestión del archivo fotográfico, etc.
¿Qué pieza de su equipo valora más?
Todas y cada una de ellas. Mi cámara es como un guante que se adapta a mí, y las lentes me permiten cubrir todo tipo de situaciones.
¿Qué foto le gustaría hacer que todavía no haya conseguido?
Muchas. Cuando acabo un trabajo o proyecto, ya estoy pensando en el siguiente.
¿Qué destacaría con orgullo del mundo de la fotografía?
La democratización que ha surgido en los últimos años.
¿Qué le gustaría eliminar, si pudiese?
La mala labor que realizan las agencias de microstock, vendiendo imágenes a precios ridículos, de hasta 1 euro. Yo no estoy en esos circuitos, pero considero que incluso un fotógrafo amateur debe valorar más su propio trabajo y no caer en ese tipo de dinámicas, por su propio bien, por el de su obra y por el de los profesionales.
¿Qué tres libros de fotografía nos recomienda?
El nuevo del proyecto WILD WONDERS OF EUROPE, del cual soy partícipe.
Cualquiera del fotógrafo FRANS LANTING.
Nos puede decir, qué exposición fotográfica de las que ha visto más le ha impactado…
Destacaría dos: la que cada año organiza el WILDLIFE PHOTOGRAPHER OF THE YEAR, el mayor concurso de fotografía de naturaleza del mundo organizado por la BBC y el Museo de Historia Natural de Londres, y LA TIERRA DESDE EL CIELO, del fotógrafo francés YANN ARTHUS BERTRAND.
Por favor, explíquenos alguna anécdota curiosa que le haya ocurrido realizando alguno de sus trabajos.
Fotografiando osos polares en Canadá, decidí retratarlos con mi objetivo ojo de pez. Dado su peligrosidad, ideé un montaje para colocar mi cámara en el extremo de una pértiga de unos 4 metros, y disparar mi cámara a distancia. La cámara acabó en la boca de un oso, que la destrozó. Mereció la pena, conseguí la foto que había soñado.
¿Hacía donde cree que camina la fotografía?
Las nuevas tecnologías permiten conseguir fotografías que hace 10 años eran imposibles. En mi caso, un ejemplo muy claro y cotidiano de ello es trabajar con fauna en la selva, donde hay poquísima luz. La D3 me permite trabajar con ISOS increíblemente altos. Es la diferencia entre obtener la imagen o no conseguirla.