Muy a menudo hago cosas estúpidas. Una de ellas fue gastarme lo que no tenía en una instalación de lluvia en el centro de mi pequeño set de estudio, y convertir el suelo de Harlequin en una pequeña piscina con un desagüe que recorría el pasillo para que el agua acabara en la ducha...
Todo para hacer una sesión gratuita y experimental a una bailarina a la que admiraba mucho desde que la vi en el escenario: Elisabet Biosca.
Para complicar aún más las cosas, utilicé un sistema de doble cámara para estereografía que pensaba sería original en la promoción de mi trabajo.
Al final de la sesión, ya empapados todos incluyendo a Canela, que no dejaba de meterse y participar del show, salió este disparo que pasado el tiempo me pareció encantador, con esa cabeza peluda y la mirada de Elisabet semi congelada entre las gotas de agua...
Cámara: D3S + 24-70 2.8