No hace falta decir que si piensas en la luz a la hora de fotografiar,
tendrás mejores fotos. Aprovéchala pensando en tu objetivo.
El punto dulce
Todos los objetivos tienen un "punto ideal", que es esa combinación de focal y apertura que hace que el rendimiento del mismo sea el más alto, un punto en el que la definición llega a lo máximo que puede dar, y que en algunos casos hace que supere a ópticas muchos más caras disparando en puntos que obviamente no sean sus propios puntos dulces. El 18-55 mm f/3.5-5.6 tiene en el diafragma f/8 su punto de mayor definición, por lo que en las tomas que usen esta apertura o se aproximen a ella conseguiremos la máxima calidad.
Ópticas luminosas ¿para qué?
Los objetivos "luminosos", como los que exiben aperturas de 2.8, 1.8, 1.4 o incluso 1.2 funcionan de maravilla, son una gozada para todo menos para la cartera. Y brillan especialmente en tomas en las que jugamos con poca profundidad de campo y/o con poca luz, un paso de apertura es un paso ISO en tu caso. Pero aunque todo esto es muy bonito, no todas las tomas se hacen en la penumbra y a f/1.8 por lo que en situaciones de luz óptima, se acercan los ajustes y disminuyen las diferencias entre una y otra óptica.
No hace falta decir que si piensas en la luz a la hora de fotografiar, tendrás mejores fotos. Aprovéchala pensando en que a mejor luz, más se aproximará tu objetivo a la excelencia.
Sujeta bien la cámara
Esto es básico y obvio, pero aquí le daremos un poco más de importancia si lo que queremos es que nuestras fotos alcancen una mayor nitidez. Si tu objetivo de kit no tiene un
estabilizador VR, necesitas prestar más atención a la velocidad de obturación: si es insuficiente y no puedes subirla más, sujeta tu cámara, respira hondo y suelta lentamente el aire mientras pulsas el botón de disparo.
Para saber cual es la velocidad de obturación óptima, puedes hacer este rápido cálculo:
multiplica por 1,5 la distancia focal que estás usando y pon la velocidad más cercana a esa cifra, es decir, si tienes tu zoom puesto en 50 mm, deberías disparar a
1/80 s. como mínimo. Aunque si dispones de una cámara de una gran resolución, como los modelos de
24 megapíxeles o más, no es una mala idea duplicar la velocidad, ya que cuanto mayor sea la resolución, mas probabilidades se tienen de sufrir los efectos de la trepidación, así que en el ejemplo anterior disparar a 1/100 s. sería una buena idea.
A día de hoy podemos ver elementos que nunca hubiéramos imaginado en un objetivo de kit
No luches contra tu objetivo
Sabes lo que hay, y cuando sabes las limitaciones de cualquier cosa, puedes estrujarlo al máximo y conseguir lo mejor de ella. En condiciones de poca luz, se ponen las cosas difíciles, y es aquí donde los objetivos de kit pueden llegar a parecer una opción un poco limitada.
Tu objetivo tiene una luminosidad variable:
3.5-5.6, es decir, cuando tienes el zoom en posición angular:
f/3.5, y cuando lo estiras al máximo
f/5.6, es decir: con el zoom desplegado pierdes 1,03 EV o lo que es lo mismo reduces la luz que entra al sensor un poco más de la mitad. Ten esto en cuenta y si la toma puede hacerse con focales más cortas no lo dudes, camina hacia el sujeto a fotografiar, haz tuya la cita de
Robert Capa: "
Si tu fotografía no es buena, es que no estás lo suficientemente cerca". Capa no tenía zooms.
Si aún así necesitas más luz, busca un ángulo diferente, si puedes ubica a tu sujeto en otra posición, y si no hay más remedio, aumenta la sensibilidad de tu cámara. Recuerda que a más
ISO, más ruido. Pero después de varias tomas, en diferentes localizaciones y situaciones serás capaz de reconocer cual es el
ISO máximo que da tu cámara en cada momento para obtener una foto que mantenga una buena calidad.
Recuerda otra vez lo de la sujeción de la cámara: además de el trípode, el monopie es quizá uno de los mejores inventos de la humanidad, después de la cerveza de barril, por supuesto.
Retratos con poca profundidad de campo ¿en serio?
Con un
85 mm 1.4 podemos conseguir unos retratos con unos fondos desenfocados preciosos, ese
bokeh es lo que hace especial a los objetivos "
prime". Con las modestas aperturas de
3.5-5.6 la cosa se complica, pero nada es imposible.
Abre el diafragma
Lo que puedas, en este caso tienes el rango
3.5-5.6, lo máximo que de el diafragma en la focal que uses, que va a ser
f/5.6 ya te lo digo yo.
Contrasta
Lo contrario del
bokeh es la nitidez y el enfoque. Así que cuanto más nítido esté tu sujeto, más obvio será el desenfoque del fondo, así que recuerda en enfocar muy bien y sujetar bien la cámara.
Dale al zoom
El teleobjetivo crea profundidades de campo cortas, además favorece en los retratos, así que pon el zoom a
55 mm o a lo máximo que de tu objetivo. ¿Ves?, ya te decía que al final tu diafragma sería de
f/5.6.
Acércate
Cuanto más cerca estés del sujeto, más diferencia en distancia habrá con el fondo, por lo que aumentará el desenfoque del mismo.
Aleja el fondo
Por lo mismo que explico arriba, cuanto más separado esté el sujeto del fondo mayor será el desenfoque, si combinas acercarte al sujeto y separarlo del fondo tendrás el contraste máximo.
Evolución
El
18-55 mm DX de kit es quizá el objetivo que más ha evolucionado en menos tiempo, desde el primero que se lanzó coincidiendo con la presentación de la
Nikon D50 allá por el año 2005, cada cierto tiempo ha ido renovándose con versiones mejoradas. A día de hoy podemos ver elementos que nunca hubiéramos imaginado en un objetivo de kit: revestimiento superintegrado, lentes asféricas, cristal
ED, enfoque ultrasónico, estabilizador de imagen. Incluso la última versión del objetivo dispone de un botón que lo recoge de modo que ocupe menos espacio cuando lo guardamos en la bolsa. La óptica está más protegida y tiene un tamaño más reducido. ¿Nanocristal en un objetivo de kit? Por ahora no, pero ¿por qué no en un futuro?