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Dic2017Quizá la más obvia es la de fotografiar paisajes, aquí el smartphone, gracias a su lente angular será ideal.
Aunque este tipo de fotografías hay que tomarlas con especial atención, ya que debido al tamaño de su sensor, el smartphone dispone de un menor rango dinámico que una cámara —el rango dinámico es la capacidad de captar información desde las zonas más oscuras a las más brillantes— haciendo que ciertas zonas puedan aparecer sobreexpuestas o quemadas.
El detalle de una flor o un pequeño insecto es el típico ejemplo del empleo del macro en la fotografía de naturaleza.
Por defecto, los smartphones no disponen de esta capacidad. Si tu móvil tiene una función macro, tienes que saber que no es real: se refiere a un modo de disparo que en ningún momento convertirá mágicamente el objetivo en un macro.
Así que la solución pasa por comprar accesorios ópticos que se acoplan al teléfono para enfocar de cerca. Fotos efectistas que comparadas con lo que te da una cámara tienen una evidente falta de detalle. Pero puede ser una solución de compromiso.
Si es una flor vale, pero si hablamos de insectos y animales pequeños, deberás limitarte a aquellos que se van a dejar fotografiar ya que, lo que conseguimos con estos accesorios es aproximación.
Así que para lograr esa foto que buscamos, deberemos estar, literalmente encima del bicho.
El animal, por muy insecto que sea, reacciona cuando algo se acerca, puede pensar que eres una amenaza y alterar su comportamiento.
De modo que pueden pasar tres cosas: 1. Que no haga nada, ¡bien, foto al canto!, 2. Que huya ¡qué faena! o, 3. Que te ataque; y eso no es lo que queremos ¿verdad?.
O en cautividad. Podemos fotografiar animales también en un zoo o en un parque de la naturaleza como el de Cabárceno, en Cantabria —si no has ido aún, no sé a qué esperas—.
La imagen típica de alguien que fotografía animales en libertad, es la del fotógrafo con el teleobjetivo. Pero, cuidado: incluso en un zoo o en un parque, pocos animales podrás fotografiar si tu cámara no cuenta con un teleobjetivo; y es que el problema no es que estén más o menos lejos de ti, sino que, la lente de tu smartphone es angular; por lo que ese león que observas desde la seguridad de estar al otro lado del recinto, aparecerá ocupando un espacio pequeñito en el encuadre. Habrá más recinto que león; tu foto no tendrá ni fú, ni fá.
Sin duda, la mejor opción. Por supuesto hay ciertos modelos que destacan, vamos a ver qué opciones tienes.
Aquí sin duda entran todas las que dispongan de una buena relación de zoom. Hay cámaras mejores que otras, pero lo que ya te llevas de serie es un sensor de mayor tamaño, con todas las ventajas que esto aporta.
A nivel óptico, todas las cámaras actuales disponen de un buen angular, por lo que encuadrar paisajes no va a ser un problema.
Así que queda decidir el teleobjetivo. Si lo tuyo son las aves o animales que se encuentran a cierta distancia, cámaras como la COOLPIX A900, con un zoom de 35 aumentos que entrega una distancia focal equivalente a un 840 mm, que no es que sea suficiente, sino que vamos más que sobrados. Si además, es una cámara pequeña, bolsillera, mejor que mejor.
Cámaras como la COOLPIX B700, por ejemplo, disponen de un modo especial para fotografiar aves, que facilita la adquisición y el enfoque de aves a una distancia lejana.
Las bondades de estas cámaras en macrofotografía también residen en sus ópticas, clave como siempre de la calidad de imagen.
Conocemos como cámaras de sistema aquellas que permiten intercambiar objetivos. Las más conocidas en este ámbito son las cámaras réflex digitales o DSLR.
Aquí la libertad de elección es total: hay una gran cantidad de objetivos que pueden ser incluso específicos para determinadas necesidades.
Desde macro hasta súper teleobjetivos pasando por ópticas que te dan una flexibilidad total debido a la capacidad de cubrir prácticamente todas las distancias focales que necesites: zooms que van desde angular hasta teleobjetivo.
Por supuesto, la calidad de imagen de estas últimas es incomparable, tanto a lo que puedes conseguir con un smartphone como a una compacta. Si te llama la naturaleza, estas son tus cámaras.
En este tipo de cámaras, el disparo continuo y el seguimiento del enfoque es vital. Aunque en cámaras más sencillas, la ráfaga no sea de alta velocidad, el sistema de enfoque es muy eficiente. Y esto es lo más importante.
En definitiva: enfoque, rango dinámico, calidad con sensibilidades altas, disparo y zoom son los aspectos principales a cuidar cuando se desean fotografiar vida salvaje.
En este caso, el uso de una cámara digital es primordial.
Pero tu smartphone también puede tener un protagonismo relevante: puedes colocar tu cámara en una posición (por ejemplo escondida) y controlarla desde tu teléfono o tablet mediante SnapBridge y la conexión WiFi. De este modo te expones menos y podrá conseguir fotografías únicas.